14.9.11

Solosol, el exterior de la vida.



Igual puedes pensar que el mar espera ansioso la puesta de sol para reencontrarse cada día con él, lo esconde recubriéndolo con un manto de oscuridad, uniendo el estrellado con el brusco oleaje opaco, y lo despide cada madrugada enfadado. Pero la luna observa noche tras noche su visita, deseando moverse del sitio y formar parte de sus juegos nocturnos. En secreto se siente como el mar, sin poder desplazarse; y a su vez despechada por el sol. Aunque sus labios y sus ojos no pueden evitar derrochar una demoledora fachada...

Lástima que sea únicamente un sueño del Sol, o una ilusión, al ver a la Luna juguetear alrededor de la Tierra, recorriendo mares, océanos, hielos y porciones pequeñas de polvo. Igual que compiten Fobos y Deimos de Marte, Ío o Calisto de Júpiter, Umbriel de Urano, Tritos de Neptuno y Caronte de Plutón. Al mismo tiempo, todos ellos se revuelven alrededor del Sol, pero no se divierten con él, sino entre ellos. Ahora él  se siente despreciado, utilizado y despreciado, porque no se puede mover y girar con los demás. Pero más que eso, solo, se siente solo; aunque rostro nunca mostrará.



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Perdida pensando qué harás, paso noches enteras sin soñar; sentada, sufriendo, y tú no estás...